Encontramos que existe un pequeño grupo de humanos que carece
de una sensación desagradable, pero también necesaria: el dolor.
Un grupo de científicos de la Universidad de Londres, dirigido por el
profesor Mark Gardiner, halló la mutación genética que explica que
estas personas puedan andar sobre brasas o producirse cortes por todo
el cuerpo sin que esto les suponga un suplicio.
El estudio comenzó cuando
varios médicos del norte de Pakistán detectaron que los miembros
de una familia demostraban ser completamente ajenos al dolor. Al
comparar las secuencias de ADN de seis niños con estos
síntomas, descubrieron que el gen conocido como SCN9A registraba una
mutación que afectaba a las células nerviosas. Este gen codifica una proteína
llamada canal de sodio controlado por voltaje que se responde ante el dolor,
ese dolor necesario.
Los expertos, sin embargo,
resaltan durante todo el trabajo la necesidad de la sensación de 'daño',
que protege y prolonga la vida. Así, los niños investigados
presentaban abundantes cortes y lesiones, algunos graves, de los cuales
apenas eran conscientes. El descubrimiento de esta alteración genética
podría ayudar al desarrollo de analgésicos para el organismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario